Faço ideia do que sejam a “consciência crítica” e o “protagonismo
social” dos cubanos. Os que tinham isso fugiram, estão presos ou foram fuzilados,
e não aprenderam na escola.
Betto está lá como “magistral conferencista” do Congresso
Internacional de Pedagogia 2015. Quiuspariu!
Deu no Granma:
Reinventarnos el futuro: tarea de la Educación
El teólogo brasileño Frei Betto dedicó su conferencia a los
Cinco Héroes Cubanos, y a Leonela Relis, creadora del método de alfabetización
Yo, sí puedo
¿Cómo construir una escuela capaz de dotar a los alumnos de
los conocimientos necesarios para enfrentar el mundo contemporáneo y sus
complejidades políticas, económicas y sociales? ¿Cómo se insertan el docente y
la familia en ese entramado de responsabilidades en la formación de un ser
social comprometido con su sociedad, su tiempo presente y futuro? ¿Cuál tiene
que ser el camino en la formación de una conciencia crítica en los estudiantes,
que no se conviertan en meros repetidores de contenidos, y sí en protagonistas
de las transformaciones sociales?
Esas razones condujeron al periodista, filósofo y teólogo
Frei Betto, presente en el Congreso Internacional Pedagogía 2015, a reflexionar
en conferencia magistral sobre el papel de la educación crítica como ese
instrumento capaz de “superar el capitalismo”, “crear nuevos parámetros de
conocimientos” y “promover nuevas praxis emancipadoras”.
“A semejanza de la política y la religión, la educación
sirve para liberar o alienar; despertar protagonismo o favorecer el
conformismo; propiciar en los educandos una visión crítica o legitimar el
status quo, como si fuera insuperable e inmutable; promover una praxis
transformadora o sacralizar el sistema de dominación”, dijo el autor de Fidel y
la Religión.
Sobre uno de los desafíos que enfrenta la sociedad
contemporánea: la hegemonía capitalista, afirmó que su poder avasallador
aniquila los propósitos de construir un nuevo modelo civilizatorio. “Poco a
poco, como si se tratara de un virus incontrolable, el capitalismo se impone
en nuestras relaciones personales y sociales. En la esfera personal,
abandonamos nuestra ideología libertaria a cambio de una zona de comodidad que
nos permite acceder al poder y la riqueza”.
Con suma destreza Frei Betto explicó que la educación, si
pretende formar una conciencia crítica y ciudadanos militantes comprometidos
con la transformación social, debe tener en cuenta la intercalación de tres
tiempos: el tiempo de las estructuras (más largo); el tiempo de las coyunturas
(más inmediato y factible de cambiar a mediano plazo); y el tiempo de lo
cotidiano (en el cual vivenciamos el conflicto permanente entre la satisfacción
de nuestros intereses personales y la conciencia de las demandas altruistas,
que nos exigen ser para los demás, o simplemente, ser capaces de amar)”.
Y es ese tiempo de las estructuras el que, según el
investigador, “nos remite a la historia de la historia, a los grandes procesos
sociales con sus avances y retrocesos, a los triunfos y las derrotas…”, solo es
esa la que nos permite adquirir una conciencia histórica, entendernos como
protagonistas de los sucesos que vivimos, capaces de transformar la realidad.
En su intervención destacó que esas prácticas y principios
deben estar orientados a los derechos de los pobres y oprimidos, pues sin
ellos “todo proyecto emancipatorio o revolucionario corre el riesgo de congelarse,
aprisionado por sus propias estructuras de poder…”
Además defendió que no habrá emancipación plena sin la
superación del sistema capitalista.
En relación con los nuevos contextos que en Cuba enfrenta la
educación, Frei Betto respondió algunas preguntas a la prensa.
Prensa Latina: A
la luz del nuevo capítulo que se abre entre Cuba y Estados Unidos, ¿cuál es el
papel que merece la educación?
“La educación cubana tiene el reto de imprimir en sus
educandos valores subjetivos que permitan a los jóvenes tener mucha autoestima
con el modo austero de vivir del pueblo cubano, porque va a ser un choque entre
un “camión consumista”, y un “lada austero”. Pero esa es la austeridad que
garantiza la dignidad de ustedes. Si uno piensa que, como pasó en Europa del
Este, el futuro y promesa para el pueblo es el capitalismo está totalmente
equivocado. El socialismo es la sociedad de compartir, la sociedad de la solidaridad.
El socialismo en un país debe ser exactamente como en una familia, en una
familia las personas son distintas en su inteligencia y sus talentos, pero
todos tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades.”
Granma: ¿Cómo
pueden enfrentarse desde la educación las enormes problemáticas del continente
americano, y cuáles son los paradigmas a seguir en ese empeño?
“El papel de la educación no es formar mano de obra
cualificada para el mercado de trabajo. El papel número uno es formar ciudadanos
y ciudadanas con conciencia crítica y protagonismo social, que esté vinculada a
los procesos sociales, hacia una perspectiva cada vez más liberadora, tanto en
la familia como en la escuela. La escuela no puede ser una isla de saber
desvinculada a los procesos sociales emancipatorios.”
“Como paradigmas tenemos a muchos, pero solo voy a mencionar
dos: en Cuba tenemos el pensamiento pedagógico de Martí y en Brasil el de Paulo
Freire. Con ellos tenemos que rescatar ese pensamiento crítico, esa educación ubicada
en los contextos sociales, políticos, económicos, porque hoy la escuela es una
oficina aislada del contexto social, aislada del momento político social que
se vive en el mundo, con una mera transmisión del saber de las generaciones
pasadas para las generaciones presentes, y sobre todo no forma personas éticas,
personas con valores subjetivos profundamente enraizados y ese es un deber de
la escuela”.
Bohemia: ¿Cuánto
puede influir la educación popular, no solamente desde la educación más tradicional
en las escuelas, sino en las comunidades?
“La educación popular se adecua perfectamente a todas las
organizaciones sociales: Comités de Defensa de la Revolución, asociaciones de
base, sindicatos, asociaciones juveniles, todo lo que sean vínculos
comunitarios, asociativos, cooperativos. Todos deben tener en cuenta la metodología
de la educación popular comprobadamente liberadora, que imprime a la gente
mucha autoestima, y abre el camino a un futuro de emancipación.”
Ideas claves para hacer cumplir la misión de la educación
fueron sostenidas por Frei Betto, como la necesidad de englobar a todos los
actores de la institución escolar: alumnos, profesores, funcionarios y las
familias de todos ellos. “Y trasciende los muros de la escuela para vincularse
participativamente con el barrio, la ciudad, el país y el mundo”.
“Si queremos atrevernos a reinventar el futuro, debemos
comenzar por revolucionar la escuela, transformándola en un espacio
cooperativo en el cual convivan la formación intelectual, científica y
artística; la formación de conciencia crítica; la formación de protagonistas
sociales éticamente comprometidos con los desafíos de construir otros mundos
posibles, fundados en la compartición de los bienes de la Tierra y los frutos
del trabajo humano”, concluyó.